La semana del 16 al 20 de mayo, los niños de preescolar en
sus clases de FI, vivieron una linda tradición en donde el amor a María
nuestra madre se puso de manifiesto.
La celebración se
llevó a cabo de manera sencilla pero significativa para los niños en la capilla
del colegio, en el silencio y con los
ojos cerrados se dejaron abrazar por la Virgen María y desde lo profundo de su
corazón le ofrecieron un regalo de amor que acompañaron con sus lindas flores.
Su presencia sin duda fue el mejor regalo para nuestra Madre del Cielo.
El ofrecer una flor
no es solo un regalo de algo hermoso, es un símbolo de delicadeza, ternura, de
amor, alegría, de fecundidad en el que se refleja la
presencia de la grandeza de Dios.
Confiemos nuestra labor de padres de familia a María, y pidámosle
que a ejemplo de su amor nos guíe para
enseñarles a nuestros pequeños el camino
que los conduzca a su hijo Jesús.